Los evacuados de incendios de California dan lo mejor de sí en un triste Día de Acción de Gracias
California (AP) - Patty Rough perdió su hogar en Paradise y la mayoría de sus pertenencias en el Camp Fire, y no tenía lugar para cocinar una comida familiar el Día de Acción de Gracias.
Pero ella y su esposo están a salvo, y aún pudo pasar las vacaciones con sus hijos con los platos de pavo, salsa de arándanos y pastel en un banquete para miles de personas organizadas por voluntarios.
Está triste por todo lo que perdió, pero se da cuenta de que los demás tienen mucho menos.
"Hoy estamos agradecidos; no sé nada de feliz", dijo, llorando mientras se sentaba al lado de su hijo y frente a su hija. "'Feliz' el Día de Acción de Gracias es algo extraño en este momento".
Rough se encuentra entre las miles de personas cuyas casas se incendiaron cuando el incendio forestal mortal arrasó el Paraíso y las comunidades circundantes. Al menos 83 personas murieron y más de 13,000 casas fueron destruidas.
El incendio fue contenido en un 90 por ciento el jueves, dos semanas después de que comenzó. La lluvia que cayó la noche del miércoles y comenzó en contra de la tarde del jueves ayudó al combate, pero complicó la búsqueda de restos humanos en los escombros dejados por el incendio.
Las condiciones húmedas, ventosas y frías hacían difícil para los trabajadores ver y moverse.
No fue un Día de Acción de Gracias normal para ninguno de los evacuados o trabajadores.
Matt Berger, miembro de un equipo de FEMA Urban Search and Rescue del Condado de Orange, dijo que él y sus colegas están tratando de no "involucrarse demasiado en el hecho de que no estamos en casa para las vacaciones".
"Es solo otro día de trabajo para nosotros: tratar de dar un cierre a algunas de las familias que extrañan a sus seres queridos", dijo, de pie ante el frío de una tienda Paradise que no se quemó.
Los voluntarios trataron de llevar una dosis de normalidad al momento difícil. La organización sin fines de lucro World Central Kitchen, con sede en Washington, cocinó 15,000 comidas, formando un equipo con Sierra Nevada Brewing Co. con sede en Chico, la universidad local y la ciudad de Paradise para servirlos.
Los famosos chefs José Andrés, quien fundó World Central Kitchen, y Guy Fieri cocinaron y se detuvieron para hacer selfies con los fanáticos mientras reflexionaban sobre la tragedia que los llevó allí.
"Este será un año que nunca olvidaremos", dijo Andrés.
Eduardo García estaba feliz por una comida caliente y un lugar para pasar el día. Se sentó solo en una mesa larga, pero dijo que disfrutaba de la sensación de estar en compañía de una reunión en un auditorio en la Universidad Estatal de California, que proporcionó Chico. Hace años, García ayudó a construir el auditorio, enyesando las paredes exteriores.
Perdió el hogar del Paraíso donde vivía, y su familia inmediata está en Hawai. Por ahora, está viviendo con un amigo en Chico.
"No tengo a dónde ir", dijo. "Aunque no estoy con mi familia, puedes sentirte bien con otras personas que están en la misma situación".
Fuera del área del Paraíso, decenas de personas abrieron sus casas a extraños para brindar un Día de Acción de Gracias más íntimo.
Rachael Anderson recibió a una madre y una hija desplazadas en su casa en Redding, aproximadamente a una hora y media de Paradise. Anderson sabe lo que es vivir en una comunidad devastada por las llamas: un enorme incendio forestal arrasó Redding el verano pasado.
No perdió su hogar y ahora quiere compartirlo con Athenia Dunham y su hija de 15 años, Natalie.
"Han perdido su hogar, sus tradiciones, lo que sea que hagan. Sólo quiero darles un pequeño pedazo de casa", dijo Anderson. "De eso se trata el Día de Acción de Gracias; no se trata solo de tu familia de sangre, se trata de dar gracias y ayudarnos unos a otros".
Faun y Danny O'Neel hospedaban a tres familias en su hogar en la ciudad de Folsom, en el área de Sacramento.
Los padres y abuelos de Faun O'Neel perdieron sus hogares en un incendio en el condado de Calaveras hace varios años, por lo que dijo que abrir la suya a los demás era una "obviedad".
El Día de Acción de Gracias en la casa de un extraño puede no ser lo que sus invitados esperaban inicialmente, pero O'Neel espera que pueda proporcionar algo de calma en un momento difícil.
"Unas pocas horas de normalidad", dijo. "Donde puedan reír y disfrutar de la compañía de otras personas sin pensar en lo que acaban de vivir y lo que está frente a ellos".
Pero ella y su esposo están a salvo, y aún pudo pasar las vacaciones con sus hijos con los platos de pavo, salsa de arándanos y pastel en un banquete para miles de personas organizadas por voluntarios.
Está triste por todo lo que perdió, pero se da cuenta de que los demás tienen mucho menos.
"Hoy estamos agradecidos; no sé nada de feliz", dijo, llorando mientras se sentaba al lado de su hijo y frente a su hija. "'Feliz' el Día de Acción de Gracias es algo extraño en este momento".
Rough se encuentra entre las miles de personas cuyas casas se incendiaron cuando el incendio forestal mortal arrasó el Paraíso y las comunidades circundantes. Al menos 83 personas murieron y más de 13,000 casas fueron destruidas.
El incendio fue contenido en un 90 por ciento el jueves, dos semanas después de que comenzó. La lluvia que cayó la noche del miércoles y comenzó en contra de la tarde del jueves ayudó al combate, pero complicó la búsqueda de restos humanos en los escombros dejados por el incendio.
Las condiciones húmedas, ventosas y frías hacían difícil para los trabajadores ver y moverse.
No fue un Día de Acción de Gracias normal para ninguno de los evacuados o trabajadores.
Matt Berger, miembro de un equipo de FEMA Urban Search and Rescue del Condado de Orange, dijo que él y sus colegas están tratando de no "involucrarse demasiado en el hecho de que no estamos en casa para las vacaciones".
"Es solo otro día de trabajo para nosotros: tratar de dar un cierre a algunas de las familias que extrañan a sus seres queridos", dijo, de pie ante el frío de una tienda Paradise que no se quemó.
Los voluntarios trataron de llevar una dosis de normalidad al momento difícil. La organización sin fines de lucro World Central Kitchen, con sede en Washington, cocinó 15,000 comidas, formando un equipo con Sierra Nevada Brewing Co. con sede en Chico, la universidad local y la ciudad de Paradise para servirlos.
Los famosos chefs José Andrés, quien fundó World Central Kitchen, y Guy Fieri cocinaron y se detuvieron para hacer selfies con los fanáticos mientras reflexionaban sobre la tragedia que los llevó allí.
"Este será un año que nunca olvidaremos", dijo Andrés.
Eduardo García estaba feliz por una comida caliente y un lugar para pasar el día. Se sentó solo en una mesa larga, pero dijo que disfrutaba de la sensación de estar en compañía de una reunión en un auditorio en la Universidad Estatal de California, que proporcionó Chico. Hace años, García ayudó a construir el auditorio, enyesando las paredes exteriores.
Perdió el hogar del Paraíso donde vivía, y su familia inmediata está en Hawai. Por ahora, está viviendo con un amigo en Chico.
"No tengo a dónde ir", dijo. "Aunque no estoy con mi familia, puedes sentirte bien con otras personas que están en la misma situación".
Fuera del área del Paraíso, decenas de personas abrieron sus casas a extraños para brindar un Día de Acción de Gracias más íntimo.
Rachael Anderson recibió a una madre y una hija desplazadas en su casa en Redding, aproximadamente a una hora y media de Paradise. Anderson sabe lo que es vivir en una comunidad devastada por las llamas: un enorme incendio forestal arrasó Redding el verano pasado.
No perdió su hogar y ahora quiere compartirlo con Athenia Dunham y su hija de 15 años, Natalie.
"Han perdido su hogar, sus tradiciones, lo que sea que hagan. Sólo quiero darles un pequeño pedazo de casa", dijo Anderson. "De eso se trata el Día de Acción de Gracias; no se trata solo de tu familia de sangre, se trata de dar gracias y ayudarnos unos a otros".
Faun y Danny O'Neel hospedaban a tres familias en su hogar en la ciudad de Folsom, en el área de Sacramento.
Los padres y abuelos de Faun O'Neel perdieron sus hogares en un incendio en el condado de Calaveras hace varios años, por lo que dijo que abrir la suya a los demás era una "obviedad".
El Día de Acción de Gracias en la casa de un extraño puede no ser lo que sus invitados esperaban inicialmente, pero O'Neel espera que pueda proporcionar algo de calma en un momento difícil.
"Unas pocas horas de normalidad", dijo. "Donde puedan reír y disfrutar de la compañía de otras personas sin pensar en lo que acaban de vivir y lo que está frente a ellos".
