Los expertos de UT encuentran más de la mitad de los pozos de fracking asociados con terremotos en Oklahoma
La investigación de UT reveló que el exceso de agua producido por la fracturación hidráulica, un método utilizado para extraer recursos naturales como el petróleo mediante la inyección de líquido presurizado en las rocas, puede interrumpir los niveles de presión subterráneos y provocar terremotos, según una revista en las cartas de investigación sismológica publicadas en octubre .31.
Los investigadores examinaron lugares donde el agua se almacenaba cerca de campos petrolíferos estrechos, como Oklahoma, Bakken, Eagle Ford y el campo de lutitas Permian Basin. Según el estudio, Oklahoma tenía los niveles más altos de sismicidad inducida, con el 56 por ciento de los pozos utilizados para eliminar el agua producida asociada con los terremotos. Eagle Ford Shale en el sur de Texas ocupó el segundo lugar, donde el 20 por ciento se asoció con terremotos.
Bridget Scanlon, autora principal del estudio e hidrogeóloga, dijo que Oklahoma era un área de estudio excepcional porque el agua se disponía cerca del sótano, un área debajo del material sedimentario.
"Estábamos interesados en determinar por qué vemos tanta sismicidad en Oklahoma", dijo Scanlon. "El resultado de nuestro análisis es que el agua producida se desecha en zonas poco profundas en cada una de las otras jugadas, mientras que en Oklahoma, se dispuso principalmente cerca del sótano en pozos profundos".
Los hallazgos revelaron que había tres factores: la proximidad al sótano, las tasas de inyección de agua producidas y el volumen acumulado de agua, que condujeron a pequeños terremotos como resultado del fracking, dijo Scanlon.
"Algunos estudios anteriores enfatizan las tasas de inyección solo o la distancia desde el sótano solo", dijo Scanlon. "Pero cuando analizamos los datos de Oklahoma, encontramos que los tres factores son importantes".
Scanlon dijo que la investigación comenzó cuando la Fundación Alfred P. Sloan, una organización sin fines de lucro que financia la investigación STEM, le pidió a su equipo que examinara los problemas del agua relacionados con la sismicidad o los niveles de frecuencia de los terremotos en Oklahoma.
"Si estamos tratando de administrar el agua producida a partir de petróleo y gas para minimizar los terremotos, debemos entender cuál es la relación entre cómo hemos estado administrando el agua y lo que hemos visto en términos de sismicidad", dijo Scanlon.
Cuando el agua se almacena en formaciones geológicas profundas, como es el caso de Oklahoma, puede ser más fácil desencadenar terremotos, porque estas formaciones están conectadas a fallas subterráneas, dijo Scanlon.
Cuando se extrae petróleo y gas, el agua generalmente se inyecta nuevamente dentro del depósito, lo que ayuda a estabilizar la presión dentro de él. La fracturación hidráulica, o fracking, no puede hacer esto porque los poros de la roca son demasiado pequeños para que el agua se vuelva a inyectar, lo que hace que el agua se inyecte en las formaciones geológicas cercanas. Esto puede aumentar la presión sobre las rocas circundantes, dijo Scanlon.
Según el estudio, en 2015, la Comisión de la Corporación de Oklahoma redujo las tasas de inyección de agua producida y los volúmenes regionales de inyección en pozos profundos para mitigar la sismicidad. El estudio también encontró que estos cambios resultaron en una reducción del 70 por ciento en la cantidad de terremotos en una magnitud de 3.0 en 2017 en comparación con 2015.
Kyle Murray, coautor del estudio y profesor adjunto de la Universidad de Oklahoma, dijo que esta estimación indica que la gestión de la eliminación del agua es una forma potencial de mitigar los terremotos.
"Los hallazgos son consistentes con las acciones tomadas por la Comisión de la Corporación de Oklahoma para mitigar la sismicidad", dijo Murray.
Scanlon dijo que para mitigar los terremotos en Texas, utilizan el Programa de Monitoreo Sísmico de TexNet para continuar estudiando los efectos del fracking.
Los investigadores examinaron lugares donde el agua se almacenaba cerca de campos petrolíferos estrechos, como Oklahoma, Bakken, Eagle Ford y el campo de lutitas Permian Basin. Según el estudio, Oklahoma tenía los niveles más altos de sismicidad inducida, con el 56 por ciento de los pozos utilizados para eliminar el agua producida asociada con los terremotos. Eagle Ford Shale en el sur de Texas ocupó el segundo lugar, donde el 20 por ciento se asoció con terremotos.
Bridget Scanlon, autora principal del estudio e hidrogeóloga, dijo que Oklahoma era un área de estudio excepcional porque el agua se disponía cerca del sótano, un área debajo del material sedimentario.
"Estábamos interesados en determinar por qué vemos tanta sismicidad en Oklahoma", dijo Scanlon. "El resultado de nuestro análisis es que el agua producida se desecha en zonas poco profundas en cada una de las otras jugadas, mientras que en Oklahoma, se dispuso principalmente cerca del sótano en pozos profundos".
Los hallazgos revelaron que había tres factores: la proximidad al sótano, las tasas de inyección de agua producidas y el volumen acumulado de agua, que condujeron a pequeños terremotos como resultado del fracking, dijo Scanlon.
"Algunos estudios anteriores enfatizan las tasas de inyección solo o la distancia desde el sótano solo", dijo Scanlon. "Pero cuando analizamos los datos de Oklahoma, encontramos que los tres factores son importantes".
Scanlon dijo que la investigación comenzó cuando la Fundación Alfred P. Sloan, una organización sin fines de lucro que financia la investigación STEM, le pidió a su equipo que examinara los problemas del agua relacionados con la sismicidad o los niveles de frecuencia de los terremotos en Oklahoma.
"Si estamos tratando de administrar el agua producida a partir de petróleo y gas para minimizar los terremotos, debemos entender cuál es la relación entre cómo hemos estado administrando el agua y lo que hemos visto en términos de sismicidad", dijo Scanlon.
Cuando el agua se almacena en formaciones geológicas profundas, como es el caso de Oklahoma, puede ser más fácil desencadenar terremotos, porque estas formaciones están conectadas a fallas subterráneas, dijo Scanlon.
Cuando se extrae petróleo y gas, el agua generalmente se inyecta nuevamente dentro del depósito, lo que ayuda a estabilizar la presión dentro de él. La fracturación hidráulica, o fracking, no puede hacer esto porque los poros de la roca son demasiado pequeños para que el agua se vuelva a inyectar, lo que hace que el agua se inyecte en las formaciones geológicas cercanas. Esto puede aumentar la presión sobre las rocas circundantes, dijo Scanlon.
Según el estudio, en 2015, la Comisión de la Corporación de Oklahoma redujo las tasas de inyección de agua producida y los volúmenes regionales de inyección en pozos profundos para mitigar la sismicidad. El estudio también encontró que estos cambios resultaron en una reducción del 70 por ciento en la cantidad de terremotos en una magnitud de 3.0 en 2017 en comparación con 2015.
Kyle Murray, coautor del estudio y profesor adjunto de la Universidad de Oklahoma, dijo que esta estimación indica que la gestión de la eliminación del agua es una forma potencial de mitigar los terremotos.
"Los hallazgos son consistentes con las acciones tomadas por la Comisión de la Corporación de Oklahoma para mitigar la sismicidad", dijo Murray.
Scanlon dijo que para mitigar los terremotos en Texas, utilizan el Programa de Monitoreo Sísmico de TexNet para continuar estudiando los efectos del fracking.
